Como ya avisé en la entrada anterior, esta no es la clásica entrada de un viaje.
En Budapest pudimos gozar y padecer. Pero entre la amalgama de cosas que ver, me sorprendió la cantidad de librerías que se entregaban en su mayoría a la subcultura, es decir, a las frikeces.
Esto se explica, por ejemplo, en el tema de los vampiros, que les fascina, por la proximidad de la onmiconocida y vampírica región de Transilvania. Pero ver cómo abundaban en las tiendas libros de Pratchett, Gaiman, Lovecraft, juegos de rol, etc no dejó de sorprenderme.
En la imagen que os muestro, podéis ver una de las librerías que me impactó más, y que además hizo que me acordase de Caaal y su futura casa inundada por los libros.
Era un estableciemiento al más puro estilo "Black Books", con los libros apilándose por todo el local caóticamente.
A pesar de todo lo explicado, debo insistir, que aunque no suba fotos que lo atestigüen, Budapest es una ciudad muy bonita.
P.S.: no podía faltar algo de Star Wars...por favor, fijaos en el margen inferior derecho de la imagen...
7 comentarios:
Me temo que Caaal no va a ser la única que tendrá una casa así xDDD
No, pero la tuya estará llena de libros frikis y comics...
De todo tipo de libros, eh. Aunque seguramente muchos de ellos sean frikis xDD
Pues...mi casa ya es un poco así, por desgracia, porque los libros acumulan mucho polvo, que lo sepais.
Budapest en un día y fijándonos hasta en el último detalle. La verdad es que la librerías que nos encontramos a lo largo del viaje eran de ensueño...
@Blaconcia: me compadezco de ti porque no hay cosa que más odie que tener que apartar todos los libros para limpiar el polvo; aunque por otro lado también envidio tu biblioteca particular.
A mi me estresaría tener todos esos libros por en medio...es que yo "te soy muy organizadita"
Para Annie: muy de vez en cuando Caaal decide venir para ordenarlos y limpiarlos a cambio de los repetidos, porque con tanta cantidad es inevitable que aparezcan repetidos.
Para Starkie: por el suelo demomento no tenemos, aunque ya los tuvimos en alguna que otra casa, pero la verdad sí que es un poco estresante.
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