QUIERO BAILAR

Con tanta promoción de Cuatro del programa "Fama: quiero bailar!" no he podido evitar ponerme tontorrona al recordar los dos musicales que han marcado mi infancia. Uno es "Dirty Dancing", la película musical que nos devolvió la fe al demostrar que Baby, sin ser un bombón y no tener ni p.i. de baile, acaba llevándose al cañón de Patrick Swayze y bailando como una profesional. Mensaje de la película para todas: si ella pudo, nosotras también, chicas, hay esperanza! El vídeo es de un fragmento de la película, en la que suena de fondo una de las baladas más bonitas de la historia de la música.

El otro, es "Grease". Creo que la he visto unas 100 millones de veces y no me cansaría de verla otras tantas; tanto es así que vi en Londres el musical (por un modiquísimo precio, y con unas butacas de lujo), en el que no paré de mover los pies hasta que salimos del teatro. La que bauticé en su momento como "La peli de los chicos" será para siempre una de mis peli favoritas. El vídeo es de la canción que me gustaba más cuando era pequeña, ahora sencillamente adoro toda la banda sonora.